Resulta increíble pero solo dos meses más tarde el parque empezó a presentar un deterioro manifiesto en su cuidado, y así lo denunció el PIVV en la revista municipal del mes de abril. Pero el tema va empeorando, y nadie parece darse cuenta que todos los parques, este también, necesitan atención y cuidados diarios.
Y es que la mala hierba, en la naturaleza como en la política, crece donde menos te lo esperas, solo necesita suelo público, estiércol y poca vigilancia.
Por el contrario las plantas buenas, las que decoran y nos regalan gratuitamente sus frutos y su perfume, necesitan que las atendamos y les proporcionemos el agua necesaria. Y esto difícilmente puede hacerse si la acometida de agua está precintada por el Canal de Isabel II por impago del suministro en otros parques; tampoco favorece nada el riego que las tuberías estén simplemente tiradas, sin la más mínima protección. Sinceramente, por los casi 600 millones de las antiguas pesetas que ha costado el parquecito, bien podían haber enterrado un poco las tuberías.
Metros de tubería de regadío, tirados y completamente secos.
Un problema parecido al del riego, lo tiene la fuente, y es que curiosamente sin agua … se seca y no luce. Además corre el riesgo de sufrir daños en el vaso o en los sistemas de bombeo, que después son muy complicados y costosos de reparar.
Según comentan los vecinos, la fuente está así desde la inauguración.
Como es lógico tampoco el césped se salva del desastre, al revés, lo sufre si cabe con mayor intensidad porque parece que los diseñadores de parques valdemoreños olvidan con frecuencia el clima que tenemos en nuestro querido pueblo y lo costoso que resulta mantener las praderas de césped en perfecto estado, y mucho más si les prestas menos atención que el Sr. Moreno a la deuda municipal.
En fin, que es una pena, un parque recién estrenado y que a los pocos meses, esté así de descuidado. El único consuelo es que como se acercan las elecciones municipales algún día empezarán a cuidarlo y lo arreglarán cueste lo que cueste, que para eso los vecinos pagamos y no protestamos.
Para terminar lanzamos al aire unas cuántas preguntas que tanto nosotros como algunos vecinos que han comentado este tema con nosotros se hacen:
¿Por qué y para qué hacer una inversión tan grande y luego abandonarla?
¿Cuándo se estudia un proyecto de estas características no se hace un estudio previo de los costes de mantenimiento y de la capacidad real del ayuntamiento para soportarlos?
¿Cuándo se va a proceder a la limpieza y mantenimiento diario del Parque Adolfo Suárez?
¿Cuánto volverá a gastar el Ayuntamiento para ponerlo de nuevo como el día de la inauguración?
Esto es lo que los vecinos se preguntan aunque mucho nos tememos que quedarán sin respuesta.
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