No sabemos si tiene algo que ver, pero nos hemos enterado de que a los pocos días de llegar la nueva Jefa de Gabinete de Alcaldía, numerosos teléfonos de trabajadores municipales fueron cortados, limitando su uso únicamente a llamadas internas. La medida, que pilló por sorpresa a los empleados porque se tomó sin previo aviso, produjo el consiguiente malestar en los trabajadores afectados … y en el Departamento de Informática (al que todo el mundo llamó para preguntar si había una avería).
La coincidencia de esos dos acontecimientos en el tiempo podría tener varios significados:
1.- Que la nueva Jefa viene dispuesta a coger el toro por los cuernos y tomar las decisiones que haya que tomar para reducir drásticamente el gasto corriente.
2.- Que para pagar el salario de la nueva Jefa hay que sacar el dinero de algún sitio y el ahorro en teléfono, aunque no creemos que alcance para el sueldo íntegro, sería un buen comienzo.
3.- Que la situación es más crítica de lo que el propio Ayuntamiento está dispuesto a reconocer y esta es solo la primera medida de las muchas que puedan venir a continuación.
Lo que resulta evidente es que estas medidas de ahorro (como la retirada de los bidones de agua hace dos años) son el chocolate del loro frente a los salarios de los concejales y al despilfarro en protocolo, publicidad y gastos de representación … y estos gastos sí que no los recorta nadie, ni siquiera la nueva Jefa.
La coincidencia de esos dos acontecimientos en el tiempo podría tener varios significados:
1.- Que la nueva Jefa viene dispuesta a coger el toro por los cuernos y tomar las decisiones que haya que tomar para reducir drásticamente el gasto corriente.
2.- Que para pagar el salario de la nueva Jefa hay que sacar el dinero de algún sitio y el ahorro en teléfono, aunque no creemos que alcance para el sueldo íntegro, sería un buen comienzo.
3.- Que la situación es más crítica de lo que el propio Ayuntamiento está dispuesto a reconocer y esta es solo la primera medida de las muchas que puedan venir a continuación.
Lo que resulta evidente es que estas medidas de ahorro (como la retirada de los bidones de agua hace dos años) son el chocolate del loro frente a los salarios de los concejales y al despilfarro en protocolo, publicidad y gastos de representación … y estos gastos sí que no los recorta nadie, ni siquiera la nueva Jefa.
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